El informe Global Entrepreneurship Monitor Perú señala que nuestro país ocupa el quinto lugar a nivel mundial y el primero a nivel de Latinoamérica y el Caribe en lo que se refiere a espíritu emprendedor. Daniel Vargas Fernández, director de Oficina en Perú de Global Reporting Initiative en el marco de la tercera jornada de la Semana de la Innovación 2020, organizada por el Concytec señaló que estos indicadores configuran “un panorama optimista al ver cómo en el Perú las personas encuentran maneras de emprender un negocio a lo largo del tiempo”.

“Ser emprendedor es algo que nos caracteriza”. Pero también alertó sobre el que 90% de empresas locales con más de 50 trabajadores no pasan de los diez meses de vida. “Hay algo que no está funcionando para que tengamos una alta mortalidad en las empresas”, puntualizó Vargas Fernández.

Si observamos este panorama del 2020, nos genera la urgencia de trabajar con nuestros proyectos de incubación, emprendimiento, startups, small business e incluso dentro de las mypes como responsables de la gestión de liderazgo, en el diseño de estrategias actualizadas con la cuales generemos la creación o fortalecimiento de nuestros modelos de negocios, mediante un crecimiento sostenible con acciones efectivas, significa por tanto que debemos revisar y analizar cuidadosamente el perfil de nuestro potencial cliente, respondiendo a una pregunta crucial ¿Qué problema resolvemos?. Debemos considerar que actualmente nuestros clientes potenciales se encuentran mejor informados, a nivel mundial, y están demostrado interés en conocer aspectos detrás de la construcción de nuestras marcas, como lo ambientales, ecológicos, buenas prácticas inclusivas, entre otros, sin importar la magnitud o el tamaño de la marca o el negocio.

El Perú es un país con un espíritu emprendedor resiliente, creativo y como líderes, conformamos parte de ese ADN, este reto representa una alerta que luego de la pandemia ha sido repetidamente evidenciada por los cambios en lo hábitos de vida de las personas y eso no debe impulsar a prepararnos e informarnos de manera profesional, a estar comprometidas frente a estos desafíos que hoy esperan acción de nuestra parte; en consecuencia debemos mirar los temas de la sociedad como un escenario de oportunidades para el desarrollo comercial ético de nuestras marcas y/o negocios.